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Recomendaciones y precauciones del linfedema

Para la persona en riesgo de padecer o que presente ya un linfedema, puesto  que estas precauciones también evitarían que se agrave el mismo : Podriamos decir que las recomendaciones se pueden agrupar en 3 grupos principales, pero te pueden surgir muchas dudas en el dia a dia,si tienes dudas habla con un fisioterapeuta especializado en oncología o puedes enviarme un email.
1-Trate de evitar las infecciones
Su cuerpo responde a las infecciones al enviar fluidos adicionales y glóbulos blancos para combatirlas. Si los ganglios y vasos linfáticos están afectados o fueron extirpados, es más difícil que el cuerpo pueda desplazar este líquido adicional, lo cual puede provocar linfedema. Una buena higiene personal y el cuidado esmerado de la piel pueden reducir su riesgo de linfedema, ya que le ayuda a evitar infecciones. Siga estos consejos prácticos para los cuidados del lado o parte del cuerpo en donde se realizó la cirugía o se administró la radiación:
• La extracción de sangre y la aplicación de soluciones intravenosas e inyecciones deberán realizarse, si se puede, en el brazo no afectado. Además, las vacunas, incluyendo la vacuna contra la influenza, deben colocarse en su brazo no afectado o en algún otro lugar, como la cadera. Informe al médico o enfermera que usted está en riesgo de padecer linfedema.
• Mantenga sus manos y cutículas suaves y humectadas usando una crema o loción humectante periódicamente. Empuje sus cutículas hacia atrás con una espátula para cutícula en lugar de cortarlas con tijeras o acuda a lugares especializados en estética oncológica para realizarse el cuidado de manos, pies y uñas.
• Mantenga su brazo limpio. Limpie y proteja cualquier rasguño en la piel causado por cortaduras, raspones, quemaduras, picaduras de insectos o cutículas inflamadas o dañadas. Refiérase a “Cómo atender las cortaduras, rasguños o quemaduras” en la sección “Cuide bien de sí misma”.
• Use guantes protectores con mangas cuando esté haciendo labores domésticas en las que se usen sustancias químicas agresivas para la limpieza o al usar estropajos, así como al hacer jardinería o al atender mascotas que muerdan o rasguñen.
• Utilice un dedal cuando cosa para evitar pincharse el dedo con agujas o alfileres.
• Sea extremadamente cuidadosa al afeitar sus axilas y use un rastrillo limpio sobre la piel limpia, u intente utilizar otro, método depilatorio para evitar cortes.
• Use un repelente contra insectos para ayudar a prevenir picaduras cuando esté al aire libre. Si llega a tener alguna picadura de abeja en el brazo afectado, lave y aplique hielo sobre el área y levante el brazo. Mantenga el área limpia, y llame a su médico si nota que la picadura se ha infectado.
• Procure evitar caídas y fracturas de huesos.

2-Procure evitar las quemaduras y las temperaturas extremas
Al igual que las infecciones, las quemaduras pueden ocasionar la acumulación de líquido adicional y causar hinchazón cuando los ganglios linfáticos han sido extirpados o dañados. Para evitar las quemaduras:
• Proteja su cuerpo de quemaduras causadas por el sol. Cubra estas áreas con prendas de vestir, o use un protector solar de amplio espectro que especifique SPF 30 o superior. Trate de no exponerse al sol entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m., cuando los rayos ultravioleta son más intensos.
• Utilice guantes que cubran sus brazos cuando vaya a usar el horno.
• Tenga cuidado al freír alimentos, hervir líquidos y sacar comida del horno de microondas.
• Evite las altas temperaturas, tales como el uso de saunas y baños de vapor. Si usted usa alguna compresa térmica (fría o caliente) sobre las áreas afectadas, límite el tiempo de uso hasta que tenga certeza sobre cómo su cuerpo reacciona a esto. Tanto el calor como el frío pueden dañar los tejidos y aumentar la acumulación de fluidos. Puede que algunos médicos le recomienden no exponerse a cualquier fuente de temperaturas extremas.
3-Trate de evitar la compresión
La compresión o apretazón del brazo puede que incremente la presión en los vasos sanguíneos cercanos.
Puede que esto resulte en un aumento de líquidos e hinchazón (como cuando se acumula el agua en una presa). En algunas mujeres esto se ha asociado con el surgimiento del linfedema. Recomendaciones:
• Evite llevar joyas, ropa, sostenes y guantes que queden ajustados. Evite cualquier cosa que le quede demasiado ajustada o que ejerza presión sobre su cuerpo. Asegúrese de que las prendas de compresión le queden ceñidas (pero no ajustadas) y que las use correctamente. La ropa y las prendas de compresión deberán ofrecer apoyo y ofrecer una compresión suave y uniforme.
• No use correas de hombro cuando cargue maletines y bolsas (carteras), mejor utilizar mochilas.
• Use un sostén de entalle holgado con tiras acolchonadas que no se le marquen en el hombro. Evite las varillas en sus sujetadores y prendas de baño. Después de una mastectomía, use una prótesis liviana (molde de seno). Una prótesis pesada puede ocasionar demasiada presión en el área.
• Cuando se requiera tomar su presión arterial que sea del brazo no afectado, de ser posible. Si ambos brazos están afectados, la presión arterial se puede tomar en el muslo. O puede solicitar que la presión arterial se la tome alguien que use una bomba de mano y un estetoscopio en lugar de usar una máquina, pues éstas emplean presiones elevadas por un tiempo mayor.

Laura Aitami Gil Santana 

Fisioterapeuta Ocológica y experta  en DLM

Hablemos del linfedema…tras el cancer!

En este artículo hablare del linfedema, realizaré una introducción  teórica del porque se produce el linfedema, que puede causarlo, sus síntomas  y pruebas que ayudan en su diagnóstico.

El linfedema es la acumulación anormal de líquido en el tejido blando debido a un daño  o bloqueo en el sistema linfático. Dada mi experiencia profesional como fisioterapeuta experta en drenaje linfático manual método Vodder voy a centrarme en el linfedema como complicación secundaria  tras un  cáncer.

Puede deberse a un posible efecto secundario de la cirugía u terapia de radiación en pacientes con cáncer  ya que pueden extirpar o dañar las importantes vías del sistema linfático: los vasos y ganglios linfáticos. Los tejidos del cuerpo que dependían de esas vías para enviar linfa corren riesgo de que haya una sobrecarga de líquido que conduzca a un linfedema. Pueden ser los tejidos de cualquier parte del cuerpo del lado tratado, como la mano, antebrazo, brazo, la axila, pecho , tórax , parte superior de la espalda (por encima de la caja torácica), incluso a veces puede acumularse a nivel abdominal del lado afectado provocando un evidente abultamiento asimétrico del abdomen. Este acumulo de linfa hacer que el sistema linfático se sature, provocando esta inflamación .En algunas personas puede aparecer durante los días, semanas u meses siguientes  a la cirugía o la radiación  e incluso años posteriores al tratamiento. (Y digo algunas personas porque no todas desencadenarán un linfedema). Al principio esta inflamación  puede ser leve, con algunas molestias o sensación de hormigueo en la zona afectada, y luego, con el tiempo, la inflamación puede hacerse más evidente. Si el linfedema avanza, la inflamación, la sensación de molestia, pesadez o entumecimiento en la extremidad (u otra zona) pueden aumentar.

Hay un porcentaje de afectados en los que la inflamación aparece de forma repentina, sin indicios de advertencia, de ahí la importancia de realizar de por vida unos ejercicios adecuados y mantener unos cuidados y medias preventivas para evitarlo, puesto  que no sabemos decir con exactitud cuándo aparecerá el linfedema, pero si sabemos que puede provocar su aparición). De ahí la importancia de aprender más al respecto, ya que al conocer tus factores de riesgo, puedes  tomar las  medidas para evitar que aparezca o reducirlo, ya que si no se lo trata, el linfedema puede empeorar y provocar inflamación grave y cambios permanentes en los tejidos que se encuentran debajo de la piel, como engrosamiento y cicatrización.

Ya en esta breve introducción han aparecido algunos de los síntomas que nos indicarían que algo no va bien, variando según la zona afectada , pero en general el linfedema aparece como una:

  • hinchazón
  • Sensación de pesadez en la zona
  • Debilidad o disminución de la flexibilidad , dificultad para mover el área que abarca.
  • Los anillos, los relojes o la ropa se sienten muy ajustados.
  • Molestas, tensión, dolor.
  • Tensión, brillo, calor o enrojecimiento en la piel.
  • Piel que no se hunde en absoluto cuando se le aplica presión o piel endurecida.
  • Engrosamiento de la piel.
  • Apariencia de piel de naranja (hinchazón con pequeños hoyuelos).
  • Pequeñas verrugas o ampollas que supuran un líquido transparente.
  • Formación de cicatrices (fibrosis) en la piel
  • Disminución de la visión debido a la hinchazón de los párpados.
  • Dificultad para tragar, hablar o respirar.
  • Babeo o pérdida de comida de la boca mientras come.
  • Congestión nasal o dolor duradero en el oído medio, si la hinchazón es grave.

Conociendo estos síntomas y los factores de riesgo podemos evitar en muchos de los casos que aparezca el linfedema o evitar que se agrave  (pautas preventivas y  de mantenimiento) que ayudaran a evitar que pase a un siguiente estadio.

 

Factores de riesgo del linfedema

Algunos factores de riesgo de linfedema se controlan y otros no, pero conocerlos contribuye a medir tu nivel de riesgo.

  • Tener mayor cantidad de ganglios linfáticos extirpados:
    Cuanto mayor sea la cantidad de ganglios linfáticos extirpados, mayor también es el riesgo de complicaciones posoperatorias, como infecciones y seromas.
  • Someterse a varias cirugías o a una cirugía más extensa:se cree que cuantos más procedimientos quirúrgicos se practiquen, mayor es la posibilidad de alterar el sistema linfático y mayor es el riesgo de linfedema. Pero cuando hay una respuesta inflamatoria, como ocurre después de una cirugía, existe el riesgo de carga de líquido que conduce a linfedema.
  • Terapia de radiación:Cuanto más amplia sea la zona que se debe tratar con radiación, mayor será el riesgo. La radiación directa en  zonas donde se agrupan los ganglios linfáticos, tiende a asociarse al riesgo más alto.
  • Quimioterapia: Todavía no se ha determinado mediante la investigación si la quimioterapia aumenta el riesgo de linfedema. Sin embargo, se sabe que la quimioterapia indirectamente a veces conduce a través de la medicación que reciben ,a los cambios hormonales, como la menopausia temporal o permanente (cese de la menstruación) o la fatiga que dificulta continuar con las actividades, hacen que se produzca un aumento de peso,  lo cual si es un factor de riesgo.
  • Sobrepeso u obesidad:las personas obesas o con sobrepeso tienen más probabilidades de padecer linfedema después del tratamiento del cáncer. El sobrepeso se define como un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 29,9, y la obesidad como un IMC de 30 o más. Cuando el cuerpo tiene más grasa, el tejido adiposo necesita más vasos sanguíneos para obtener oxígeno y nutrientes. Como resultado, las zonas del cuerpo con más grasa también tienen más líquido que se debe eliminar. Si el sistema linfático no puede manejar la cantidad de líquido proveniente de los brazos o la parte superior del cuerpo, se puede producir linfedema.
  • Una infección o lesión como un corte, pinchazo, picadura, grieta, quemadura, que afecte la zona del cuerpo del mismo lado en el que se realizó la cirugía puede conducir a la inflamación de los tejidos del cuerpo, lo que a su vez hace que el sistema linfático tenga que trabajar más (Es decir cualquier cosa que permita el ingreso de bacterias al cuerpo). Cuando se inflama una zona del cuerpo, aumenta la circulación de sangre y la carga de líquido.
  • Realizar sobresfuerzos físicos**(Aclararemos más detenidamente lo que se consideran sobresfuerzos ya que se recomienda realizar una actividad física diaria  sin llegar al sobreesfuerzo).En este apartado coloco doble asterisco dado la importancia de hablarlo individualmente con la persona ya que hay otros factores a tener en cuenta que variaran dependiendo de la persona.

 

En general, el linfedema avanza a través de una serie de estadios. Es por eso que es importante obtener ayuda de inmediato, incluso si los primeros síntomas no parecen graves o aparecen y desaparecen. Un episodio de entumecimiento, hormigueo o inflamación casi siempre conduce a más problemas. Si no actúas ante los primeros síntomas, la acumulación de linfa puede provocar un daño permanente a los tejidos que se encuentran debajo de la piel. (No me voy a entretener explicando los estadios, pero si estas interesado en una mayor información puedes mandarme un email).

Cuando tienes linfedema leve, corres mayor riesgo de padecer linfedema moderado o grave que otra persona que nunca tuvo ningún síntoma. El riesgo persiste incluso si los síntomas desaparecen con el tratamiento. Habrá que analizar, cada caso individualmente, realizando unos protocolos de tratamiento según patología e intervención.

Tu meta es reducir el riesgo de linfedema hasta el punto que puedas, incluso si no puedes eliminar todo el riesgo.

 

Un médico puede identificar el linfedema examinando el área afectada, te dará el diagnostico  tras hacerte una medición de la parte afectada del cuerpo con una cinta métrica, si la medición es más de 2cm indicara que existe linfedema. A veces se puede completar con una linfogammagrafía, lo que nos ayuda para hacer un diagnostico diferencial (reacción alérgica ,TVP, síndrome postrombótico, artritis, quiste de Baker o recidiva tumoral lipofibromatosis ,enfermedades sistémicas, como insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia renal o hepática, hipoproteinemia, hipotiroidismo o edemas provocados por medicamentos,  insuficiencia venosa o flebedema y el lipedema.

Si has leído y crees que tienes motivos para desarrollar un linfedema o ya lo tienes ,puedes hablar sobre tu situación con un médico, o un fisioterapeuta especializado en DLM por algún método reconocido oficialmente, para que puedan ayudarte personalmente u derivarte  a las Unidades de Linfedema de tu centro de Salud / Hospital , incluso como ya anteriormente en otros artículos he mencionado existen Asociaciones especializadas en Oncología con personal cualificado que pueden ofrecerte toda la información necesaria para tu enfermedad.

En breve hablare del los ejercicios, medidas , pautas de prevención y tratamiento general del linfedema secundario tras un cáncer.

Laura Aitami Gil Santana

Fisioterapeuta Oncológica y experta en DLM

 

La enfermedad del silencio

La llaman la enfermedad del silencio , por su difícil diagnostico y porque va invadiendo tu cuerpo mes a mes.

Fui una niña a la que la menstruación le llego a los 9 añitos,  sin saber qué era eso de la “regla”, y más tarde llegaron los cólicos. Pero  como  decían todos  “que era normal”, ahí quedó, había que pasarlo como otras tantas, ya que era “normal”.
Que decepción cuando, 23 años después, me enteré que “NO ERA NORMAL”, que algo había en mí que ya desde niña  había empezado…
Mi  verdadera historia empieza un día hace ya siete años… de repente, o no tan de repente, porque la verdad que no sabría decir, en qué momento los dolores, dejaron de estar en torno a la regla, para pasar a estar en torno a mí.
Poco a poco se volvieron más seguidos y  relacionados a todo; dolor con la ovulación, dolor con la regla, dolor al  intentar realizar tus necesidades, dolor acostada, dolor y más  dolor… que mi vida… empieza a girar en función de ellos, y un día pensé …”esto no es normal”. Y empiezo mi ruta por los ginecólogos. Y bueno, me encontraron algo, una dilatación de la trompa,  lo único era  proceder a operar más adelante si continuaban los dolores. Un año después de varias idas y venidas a urgencias  e ingresos termino quitándose en quirófano.
Primera gran decepción quirúrgica. En esta primera intervención cual fue la sorpresa de las  ginecólogas, ya que la intervención sería muy sencilla de hora y media, se complicó y llegaron a siete horas de quirófano, porque la pelvis según definieron en el informe de alta era “una pelvis congelada” por lo que la laparoscopia terminó siendo laparotomía, desde el quirófano llamaron al digestivo y al urólogo para que  cada especialista separase su parte de pelvis congelada, quitaron el  quiste que al final no era la trompa sino del ovario y volvieron a cerrar. Y listo para casa y ya sin dolores.
Pues nooo….., después de tres meses de baja, cuando empieza a normalizarse mi vida, aparecieron mis conocidos e inseparables dolores, pero esta vez con más intensidad y ya de una manera constante.
Vuelvo a empezar mi ruta, esta vez más ampliada, ginecólogos, digestivos, urólogos, y pruebas y más pruebas, esta vez me encuentran  un bulto sobre la vejiga, probable tumoración que había que quitar. Y aquí viene mi 2 intervención, esta vez realizada por un equipo de  urólogos, otras 7h de quirófano, otra laparoscopia ampliada (esto quiere decir que se utilizaron más incisiones de lo habitual). Conclusión Tejido endometrial supravesical y endovesical.
¡Por fin tenía mi diagnostico! Unos meses de baja y vuelta a la normalidad.
Pues nooo, por fin podía orinar y hacer mis necesidades, pero los dolores seguían igual, vuelvo a los especialistas , y la ruta de nuevas pruebas , esta vez ya sin miramientos, colonoscopia, citoscopia, uretroscopia, , endocolonoscopia, RNM, TAC con contraste, etc etc. Conclusión: Endometriosis severa  en vejiga, ovarios, útero, trompas y intestinos.
Tras el diagnostico, ginecología me aconsejan que dado las intervenciones previas y mi pelvis congelada, que me plantee el embarazo de manera inmediata ya que la  endometriosis provoca  infertilidad.
No saben si mis trompas funcionaran hasta que las probemos, así que salgo de la consulta por un lado con la presión de buscar un bebe sin habérmelo planteado hasta el momento, y con cita en fecundación para noviembre y por otro lado, la noticia de puede que no quede embarazada.
Una piensa que decides ser madre cuando encuentras el momento adecuado para ello, yo a mis  33 años aun no me lo había planteado siempre tenía proyectos, viajes y  cursos que aún no había podido hacer y tenían mayor prioridad, sin embargo con este jarro de agua fría , ya no había más que una prioridad… buscar el bebe. Y nos pusimos a ello, lo recuerdo perfectamente a principios de julio de 2011 justo cuando hacían casi tres meses de mi segunda  intervención, mientras nos poníamos a ello, intenté seguir mi vida con la medicación analgésica para el dolor.
Cuál fue nuestra sorpresa que un  miércoles de agosto el test me dio positivo. Estábamos embarazados!! Los médicos nos felicitaron asombrados de que fuese un embarazo de forma natural, incluso me explicaron que el embarazo en un gran porcentaje de los casos de endometriosis hacía desaparecer los síntomas de la enfermedad.
Y cuál fue mi sorpresa, que si, efectivamente, durante los  8 meses de embarazo y 9 de lactancia no tuve dolores, pero fue dejar de darle el pecho a mi niña y empezar la odisea otra vez. Vuelta  a los especialistas, esta vez me dan dos opciones, colocar el DIU Mirena, porque según estudios suele funcionar en los casos de endometriosis, o volver a operar para quitarme ovarios. Dada mi edad (36 años en ese momento) y aun sin decidir si en el futuro próximo buscaríamos otro bebe, elijo el DIU.
Paso tres años  más  viviendo para la enfermedad, con ello quiero decir que el DIU no funcionó, que los dolores continuaron, así que esta vez consulte con un  medico-homeópata, el cual me dice que me encuentro en un proceso inflamatorio crónico y que el paso siguiente a ese proceso sería un cáncer, me propone un tratamiento a base de una dieta y suplementos, lo acepto y mantengo dicha dieta año y medio,( puedo decir que funciono los 6 primeros meses), pero los dolores volvieron y con  un efecto rebote , volvieron los ingresos , la medicación ( antiinflamatorios) cada cuatro horas de forma fija, pero esta vez dolía mas mentalmente porque tenía una niña a la que atender y  no podía debido a que los dolores me anulaban y tenía que estar acostada o sentada en el wáter hasta que la medicación hiciera efecto , entonces  podía estar solo dos horas sin dolor y vuelta a empezar….
Así que un día frio de invierno a punto de cumplir 39 años, cogí cita en la unidad de endometriosis de mi Ciudad, donde ya tan conocida era, y le pedí a mi médico que me volviera a operar, que me estaba perdiendo la  vida  de mi hija, y que aquello no era calidad de vida. Muy amablemente mi médico  me pregunto, qué edad tenía mi niña, a la que le conteste que tenía dos años, me dio un abrazo y me susurró” has tomado la mejor decisión, veras que tendrás otra vida y podrás disfrutar de tu única hija”.
Y tuvo razón y tanto que la tuvo, hace seis año y medio que tengo otra vida, sin dolor, sin medicamentos, pudiendo organizarme en base a lo que me apetezca  y no a mi estado de dolor. Empezaran otros problemas de salud, lo sé, pero esta vez no esperaré a que me digan que” es normal”, esta vez seré yo la que les diré” es normal ¡ porque tengo la Menopausia”!
Gracias a mi pareja que lo ha vivido de cerca, amigos y familia por su apoyo y cariño incondicional.
Si te encuentras en la misma situación, pide ayuda, hay muchos  hospitales que han formado en los últimos años Unidades especiales de Endometriosis, solicita a tu ginecólogo-a que te derive ya que la suelen llevarlas un equipo multidisciplinar  especializado.  Y ponte en contacto con las Asociaciones de Endometriosis que te pueden facilitar todo tipo de información.
No estás sola somos muchas las mujeres afectadas, algunas ya podemos respirar por tener el diagnostico, pero todavía quedan muchas más, que viven con esta enfermedad oculta sin saberlo, achacando los  dolores y molestias por otras patologías.
Aclaración: He querido dar una visión secuencial de la enfermedad en mí, sin detenerme en los detalles de  incapacidad que me provocaban los dolores, y el  sufrimiento e incomprensión hasta ser diagnosticada.

PD: (Actualización 08 -03-22)Han pasado ya 6 años y medio desde mi  última intervención quirúrgica , y en estos 6 años , se me ha diagnosticado osteoporosis lumbar y osteopenia en cadera, ha sido imposible medicarme hormonalmente para evitar esta secuela debido a la  precoz  menopausia , puesto que  la medicación estimula  los focos de endometriomas que  han quedado en zona vesical e intestino ( me dijeron que se secarían en dos años tras realizarme la ooforectomía bilateral, pero no ha sido así ; en cuanto me administran estrógenos  crecen y generan síntomas ). Mi vida en estos 6 años viendo crecer a mi niña ,han sido maravillosos ! ya no hay dolor incapacitante ,aunque  secuelas siiii, no voy a negarlas pero son tantas que ni me molestare en ponerlas, ,me quedo con la vida que me queda por vivir, feliz con mi familia, con mi trabajo que cada día me llena más y en el cual ya puedo aportar mi granito de arena como fisioterapeuta especializada en Uroginecología y Obstetricia. 

Yo no tuve la suerte de haber podido ser  derivada a ningún compañero fisioterapeuta en suelo pélvico dado que nunca mis médicos  consideraron ser necesario. Desde hace 6 años sé que hubiese sido lo mas correcto, haber quemado todos los cartuchos con todas las terapias posibles , pero nunca lo valoraron y mi ignorancia y miedo  hizo que aunque soy fisioterapeuta me dejase llevar  . La endometriosis despertó  mi ganas a formarme en esta área , y es lo que he hecho sin descanso  en estos 6  años.   Ahora trabajo  junto con un grupo de compañeras en  dar visibilidad y tratar todas esas patologías del área pélvica ,  formado parte  como vocal de la Comisión De Uroginecología y Obstetricia del COFC, ayudando a   seguir promoviendo la creación  Unidades de fisioterapia especializadas en Uroginecología  , organizando jornadas, dípticos, o campañas  informativas y divulgativas ,tanto para profesionales como para afectadas  para  intentar ayudar a todas  las mujeres que se encuentran en la situación en la que yo me encontré. La fisioterapia de  Uroginecología y Obstetricia  tiene mucha evidencia científica como tratamiento de primera línea para la mayoría de los problemas relacionados con el suelo pélvico (1,2).

Firmado
Laura A. Gil

Bibliografia 

1-Pelvic floor physical therapy in the treatment of pelvic floor dysfunction in women. Wallace, Shannon L.a; Miller, Lucia D.b; Mishra, Kavitaa. Current Opinion in Obstetrics and Gynecology: December 2019 – Volume 31 – Issue 6 – p 485-493
JACQUELINE DEL CARMEN MARTÍNEZ TORRES, JOSÉ ÁNGEL GARCÍA DELGADO, ELSA MARÍA RODRÍGUEZ ADAMS. Rehabilitación de las disfunciones del suelo pelvico: 10 años de experiencia. Investigaciones médicoquirúrgicas. 2017 (julio-diciembre);9(2):230-45.

Endometriosis II. Diagnóstico

En el post anterior hablamos de la endometriosis, de sus síntomas y tratamientos. Si te has sentido identificada con alguno de ellos, debes saber entonces como diagnosticarla, para descartar o confirmar si padeces la enfermedad.
Intentaré dar una breve descripción, desde mi experiencia con esta enfermedad, aunque en mi caso fueron miles de pruebas antes de llegar al diagnóstico( no soy médico así que solo nombraré las pruebas que en mi caso particular fueron efectivas en el diagnóstico).Importante destacar que a veces los síntomas son puramente Urológicos o digestivos, por lo que puedes estar muchos años sin saber que padeces endometriosis, de ahí la importancia de crear Unidades de endometriosis multidisciplinar en los Hospitales para llegar a un diagnóstico rápido, puesto que muchas veces se diagnostica al hacerse estudios por presentar infertilidad y ya la enfermedad puede estar muy avanzada.

DIAGNÓSTICO
La endometriosis se puede sospechar a raíz de la clínica antes descrita. Todo ello se detectará fundamentalmente mediante una exploración física: con la palpación bimanual (técnica en la que se exploran el útero y los ovarios con una mano en la tripa y la otra en la vagina) se puede demostrar dolor, la presencia de una masa a nivel del ovario, rugosidad de los ligamentos del sacro, fijación uterina, etcétera. Sin embargo esta exploración física solo permite tener una sospecha y muchas veces pasa desapercibida por lo que se necesitan efectuar una serie de Pruebas complementarias como pueden ser:
• La ecografía sirve sobre todo para ver en los ovarios la formación quística.
• La resonancia magnética nuclear se empleará en los casos de endometriosis profunda y con afectación del recto.
• Laparoscopia: Es la prueba que dará el diagnóstico definitivo de endometriosis. Esta técnica permite ver el interior del abdomen a través de un par de orificios, observar las lesiones directamente, y coger muestras para analizarlas con el microscopio. Además, a la vez se puede proceder a la extirpación quirúrgica de las lesiones.
Se complementa esta serie de pruebas complementarias con una analítica en la que se piden los marcadores tumorales CA-125 y CA-19-9.Los marcadores tumorales son sustancias producidas por las células cancerosas y, algunas veces, por células benignas, como sucede en las pacientes con endometriosis. Se pueden encontrar en grandes cantidades en la sangre o en la orina de los pacientes con cáncer y, con menos frecuencia, en las personas que no tienen esta enfermedad.
Según las lesiones que se visualizan y su extensión, se dará una puntuación determinada, que permite clasificar la endometriosis en cuatro estadios:
• Estadio I: afectación mínima, lesiones aisladas.
• Estadio II: afectación leve, lesiones superficiales.
• Estadio III: afectación moderada, lesiones múltiples e infiltrativas.
• Estadio IV: afectación severa, lesiones profundas con afectación de órganos y estructuras adyacentes.
Según estos estadios existe una clara relación con la infertilidad, asumiendo mayor tasa para el estadio IV y menor para el estadio I.

PRONÓSTICO DE LA ENDOMETRIOSIS
Se trata de una enfermedad benigna pero progresiva. Además puede recurrir, es decir, reaparecer una vez extirpada.
Como complicaciones posibles que pueden surgir durante la enfermedad destacan: la rotura del endometrioma, la infección y la malignización, convirtiéndose en una enfermedad neoplásica (esto ocurre en el 0,7% y suele ser en mujeres con más de 40 años).

Si te ha quedado alguna duda y quieres saber un poquito más de esta enfermedad, puedes ponerte en contacto con las Asociaciones de Endometriosis, consultar con tu Urólogo, Digestivo o Ginecológo que son los profesionales más adecuados para ayudarte en el diagnóstico.

Laura Aitami Gil Santana
Fisioterapia y Osteopatía

Endometriosis

En este articulo hablaremos de la Endometriosis, esta enfermedad tan cercana y conocida por mí, empezaré explicando que es , síntomas que la definen y posibles tratamientos, así como una serie de consejos . En otro artículo les hablaré de mi experiencia personal y como la conseguí mitigar.

¿QUE ES LA ENDOMETRIOSIS?
El ENDOMETRIO es la mucosa que recubre el interior del útero. Es un tejido epitelial y conjuntivo con muchos vasos sanguíneos. Llamamos ENDOMETRIOSIS a un excesivo crecimiento de este tejido, que además de recubrir el útero, lo hace también en los ligamentos uterinos, ovarios, recto, intestino, vejiga y el revestimiento de la pelvis.
No hay una explicación definitiva de este proceso patológico, pero se cree que se debe a una circulación retrógrada de las células endometriales desprendidas durante el período, las cuales en vez de dirigirse a la salida del útero, vuelven por las trompas de Falopio.
Muchas mujeres presentan una circulación retrógrada, pero las que cursan con endometriosis tienen un sistema inmunitario diferente, por lo tanto la endometriosis tiene carácter AUTOINMUNE. La endometriosis se asocia también a un problema genético.
El exceso del endometrio crece formando bultos tumorales, normalmente benignos. Esta proliferación del endometrio está relacionada con el ciclo menstrual. Los bultos tumorales también sangran durante el ciclo menstrual pero este sangrado no tiene salida. El acumulo de sangre favorece la aparición de procesos inflamatorios, dismenorrea (dolor menstrual) y finalmente fibrosis, produciendo obstrucción intestinal, sangrado digestivo y trastornos miccionales.

¿QUÉ SÍNTOMAS PRESENTA?

Los siguientes síntomas son los más frecuentes en la mujer afectada por endometriosis, sin embargo, cada una puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Una cosa es cierta, el dolor es el principal síntoma de la endometriosis.
En el 20-30% de los casos la endometriosis es asintomática, es decir, las mujeres que la tienen no presentan ningún tipo de síntoma.
Relación de síntomas de la Endometriosis:
*Dolor: es el síntoma más frecuente y más característico.
*Dismenorrea (dolor antes y durante la regla):Suele ser un dolor que se localiza en la parte baja del abdomen, en la región lumbar, rectal, dolores radiantes a ambas piernas y pelvis.
*Dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), que se debe a la afectación de los ligamentos del útero y a la afectación de la vagina y el recto, provocando incluso vaginismo  y disfunciones sexuales.
*Dolor de pelvis fuera del periodo: durante la ovulación, en las relaciones sexuales, al orinar y al defecar.
*Alteraciones menstruales:
     *Ciclos cortos con sangrado abundante.
    * Metrorragia (hemorragias intermenstruales)
    * Amenorrea, es la ausencia menstrual debido a que el sangrado es interno en la cavidad abdominal.
   * Hipermenorrea duración excesiva de la menstruación o Menorragia: que consiste en sangrados menstruales muy              abundantes.
    *Calambres antes y durante la menstruación, se localizan en el abdomen o en la parte inferior de la espalda, pueden          ser permanentes y pueden ser sordos o muy intensos.

*Inflamación y congestión pélvica 
*Fatiga y cansancio

*Problemas gastrointestinales. Los síntomas que indican afectación digestiva incluyen la diarrea, el sangrado, el estreñimiento, y el dolor con la defecación. (Todos estos síntomas empeoran durante la menstruación).
*Problemas aparato urinario: La afectación de la vejiga causará aumento de la frecuencia urinaria , necesidad de micción urgente, ardor o sensaciones dolorosas al orinar y, si existe infiltración de la mucosa, puede haber hematuria (sangre en la orina). En ocasiones el dolor provocado por la endometriosis profunda en los aparatos gastrointestinales y urinarios puede ocasionar nauseas  y vómitos.
*Infertilidad: la esterilidad y la infertilidad están muy relacionadas con la endometriosis, de forma que se estima que entre el 25-50% de las mujeres infértiles sufren endometriosis. El mecanismo por el que se produce es muy variado: por las adherencias y fibrosis ocasionadas por las lesiones de la endometriosis, por alteraciones inmunitarias, y por la secreción de sustancias por el endometrio ectópico que impiden una correcta fecundación.

**Es posible que no se manifieste ningún síntoma y que se diagnostique la Endometriosis en una exploración o intervención. También hay que destacar que la cantidad de dolor que una mujer experimenta puede no estar directamente relacionada con la severidad de la enfermedad, algunas mujeres con endometriosis puede que no experimenten dolor alguno mientras otras con una forma más leve de la enfermedad pueden tener dolor severo u otros síntomas. Generalmente estos síntomas mejoran durante el embarazo y desaparecen con la menopausia ya que son periodos en los que las mujeres no menstrúan y por consiguiente no hay implantación ectópica del tejido endometrial.

TRATAMIENTOS ACTUALES

El tratamiento que se realiza en la actualidad es totalmente sintomatológico y se centra en aliviar el dolor y evitar la progresión de la enfermedad: Fármacos hormonales y antiinflamatorios (AINES), Cirugía de invasión mínima (LAPAROSCOPIA),siendo importante el papel del  Fisioterapia especializado en Uroginecología  dentro de la Unidades y Equipos multidisciplinares de Endometriosis( Nutrición, Digestivo, Urología, Ginecología, Fisioterapia, Psicología e incluso un  Radiólogo).

¿COMO PUEDEN AYUDAR EL FISIOTERAPEUTA?

Las mujeres que tienen endometriosis presentan dolores lumbares severos debido a la fibrosis producida por el sangrado de las células endometriales que están fuera del endometrio. Este dolor es debido sobre todo por la falta de movilidad estructural de la pelvis, falta de movilidad visceral e inflamación de las células endometriales.

A través de terapia manual:

  • Para mejorar la movilidad de la pelvis y evitar las adherencias viscerales. (Es importante comenzar el tratamiento lo más temprano posible para poder frenar la progresión y así evitar una posible cirugía).
  • El diafragma juega un papel importante en la funcionalidad visceral, por lo que un trabajo manual del mismo ayudará que funcione de forma óptima.
  • Es de gran beneficio realizar un tratamiento de la zona lumbar alta por sus influencias neurovegetativas en el sistema ginecológico. De esta forma se consigue reducir la actividad simpática y dolorosa de la zona. En pacientes con endometriosis se suele apreciar disfunciones somáticas y rigidez en la zona dorso lumbar.
  • El trabajo craneal y del Sistema Nervioso Vegetativo, mediante técnicas suaves y relajantes, reduce el estado de estrés físico para regular los ciclos del cortisol y ciclos hormonales.
  • Tratamiento Miofascial de las zonas afectadas para disminuir  las adherencias ,reducir la inflamación. 
  • Tratamiento de los puntos gatillos e hipertonía de la musculatura del SP.
  • Tratamiento del edema que puede provocar tensión y dolor a nivel abdominal, pubis, etc.
  • Tratamiento de la fertilidad.

CONSEJOS 

Un factor adicional a tener en cuenta en la endometriosis es la nutrición. Como sabemos esta patología está relacionada con alteraciones inmunitarias que favorecen una inflamación crónica y se ve potenciada por la exposición a estrógenos.
Es conocido que algunos alimentos tienen efectos sobre la inmunidad, la inflamación y el estrés oxidativo. Por lo que a través de la alimentación podremos contribuir a mejorar esos factores y como consecuente la misma enfermedad y nuestra calidad de vida.
Se ha postulado un papel de la dieta en el desarrollo de algunas enfermedades hormono-dependientes como el carcinoma de ovario o endometrio y algunos tipos de quistes de ovario. La endometriosis es una enfermedad hormono-dependiente donde la dieta puede jugar un papel en su aparición, evolución/progresión y en la sintomatología asociada. Te podría ayudar con más exactitud un Médico Nutricionista o Endocrino para efectuar una dieta adecuada para tu enfermedad.

Laura Aitami Gil Santana 

Fisioterapeuta  especializado en Oncohematología , Uroginecología , Obstetricia  y  Osteopatía