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Recomendaciones y precauciones del linfedema

Para la persona en riesgo de padecer o que presente ya un linfedema, puesto  que estas precauciones también evitarían que se agrave el mismo : Podriamos decir que las recomendaciones se pueden agrupar en 3 grupos principales, pero te pueden surgir muchas dudas en el dia a dia,si tienes dudas habla con un fisioterapeuta especializado en oncología o puedes enviarme un email.
1-Trate de evitar las infecciones
Su cuerpo responde a las infecciones al enviar fluidos adicionales y glóbulos blancos para combatirlas. Si los ganglios y vasos linfáticos están afectados o fueron extirpados, es más difícil que el cuerpo pueda desplazar este líquido adicional, lo cual puede provocar linfedema. Una buena higiene personal y el cuidado esmerado de la piel pueden reducir su riesgo de linfedema, ya que le ayuda a evitar infecciones. Siga estos consejos prácticos para los cuidados del lado o parte del cuerpo en donde se realizó la cirugía o se administró la radiación:
• La extracción de sangre y la aplicación de soluciones intravenosas e inyecciones deberán realizarse, si se puede, en el brazo no afectado. Además, las vacunas, incluyendo la vacuna contra la influenza, deben colocarse en su brazo no afectado o en algún otro lugar, como la cadera. Informe al médico o enfermera que usted está en riesgo de padecer linfedema.
• Mantenga sus manos y cutículas suaves y humectadas usando una crema o loción humectante periódicamente. Empuje sus cutículas hacia atrás con una espátula para cutícula en lugar de cortarlas con tijeras o acuda a lugares especializados en estética oncológica para realizarse el cuidado de manos, pies y uñas.
• Mantenga su brazo limpio. Limpie y proteja cualquier rasguño en la piel causado por cortaduras, raspones, quemaduras, picaduras de insectos o cutículas inflamadas o dañadas. Refiérase a “Cómo atender las cortaduras, rasguños o quemaduras” en la sección “Cuide bien de sí misma”.
• Use guantes protectores con mangas cuando esté haciendo labores domésticas en las que se usen sustancias químicas agresivas para la limpieza o al usar estropajos, así como al hacer jardinería o al atender mascotas que muerdan o rasguñen.
• Utilice un dedal cuando cosa para evitar pincharse el dedo con agujas o alfileres.
• Sea extremadamente cuidadosa al afeitar sus axilas y use un rastrillo limpio sobre la piel limpia, u intente utilizar otro, método depilatorio para evitar cortes.
• Use un repelente contra insectos para ayudar a prevenir picaduras cuando esté al aire libre. Si llega a tener alguna picadura de abeja en el brazo afectado, lave y aplique hielo sobre el área y levante el brazo. Mantenga el área limpia, y llame a su médico si nota que la picadura se ha infectado.
• Procure evitar caídas y fracturas de huesos.

2-Procure evitar las quemaduras y las temperaturas extremas
Al igual que las infecciones, las quemaduras pueden ocasionar la acumulación de líquido adicional y causar hinchazón cuando los ganglios linfáticos han sido extirpados o dañados. Para evitar las quemaduras:
• Proteja su cuerpo de quemaduras causadas por el sol. Cubra estas áreas con prendas de vestir, o use un protector solar de amplio espectro que especifique SPF 30 o superior. Trate de no exponerse al sol entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m., cuando los rayos ultravioleta son más intensos.
• Utilice guantes que cubran sus brazos cuando vaya a usar el horno.
• Tenga cuidado al freír alimentos, hervir líquidos y sacar comida del horno de microondas.
• Evite las altas temperaturas, tales como el uso de saunas y baños de vapor. Si usted usa alguna compresa térmica (fría o caliente) sobre las áreas afectadas, límite el tiempo de uso hasta que tenga certeza sobre cómo su cuerpo reacciona a esto. Tanto el calor como el frío pueden dañar los tejidos y aumentar la acumulación de fluidos. Puede que algunos médicos le recomienden no exponerse a cualquier fuente de temperaturas extremas.
3-Trate de evitar la compresión
La compresión o apretazón del brazo puede que incremente la presión en los vasos sanguíneos cercanos.
Puede que esto resulte en un aumento de líquidos e hinchazón (como cuando se acumula el agua en una presa). En algunas mujeres esto se ha asociado con el surgimiento del linfedema. Recomendaciones:
• Evite llevar joyas, ropa, sostenes y guantes que queden ajustados. Evite cualquier cosa que le quede demasiado ajustada o que ejerza presión sobre su cuerpo. Asegúrese de que las prendas de compresión le queden ceñidas (pero no ajustadas) y que las use correctamente. La ropa y las prendas de compresión deberán ofrecer apoyo y ofrecer una compresión suave y uniforme.
• No use correas de hombro cuando cargue maletines y bolsas (carteras), mejor utilizar mochilas.
• Use un sostén de entalle holgado con tiras acolchonadas que no se le marquen en el hombro. Evite las varillas en sus sujetadores y prendas de baño. Después de una mastectomía, use una prótesis liviana (molde de seno). Una prótesis pesada puede ocasionar demasiada presión en el área.
• Cuando se requiera tomar su presión arterial que sea del brazo no afectado, de ser posible. Si ambos brazos están afectados, la presión arterial se puede tomar en el muslo. O puede solicitar que la presión arterial se la tome alguien que use una bomba de mano y un estetoscopio en lugar de usar una máquina, pues éstas emplean presiones elevadas por un tiempo mayor.

Laura Aitami Gil Santana 

Fisioterapeuta Ocológica y experta  en DLM

Hablemos del linfedema…tras el cancer!

En este artículo hablare del linfedema, realizaré una introducción  teórica del porque se produce el linfedema, que puede causarlo, sus síntomas  y pruebas que ayudan en su diagnóstico.

El linfedema es la acumulación anormal de líquido en el tejido blando debido a un daño  o bloqueo en el sistema linfático. Dada mi experiencia profesional como fisioterapeuta experta en drenaje linfático manual método Vodder voy a centrarme en el linfedema como complicación secundaria  tras un  cáncer.

Puede deberse a un posible efecto secundario de la cirugía u terapia de radiación en pacientes con cáncer  ya que pueden extirpar o dañar las importantes vías del sistema linfático: los vasos y ganglios linfáticos. Los tejidos del cuerpo que dependían de esas vías para enviar linfa corren riesgo de que haya una sobrecarga de líquido que conduzca a un linfedema. Pueden ser los tejidos de cualquier parte del cuerpo del lado tratado, como la mano, antebrazo, brazo, la axila, pecho , tórax , parte superior de la espalda (por encima de la caja torácica), incluso a veces puede acumularse a nivel abdominal del lado afectado provocando un evidente abultamiento asimétrico del abdomen. Este acumulo de linfa hacer que el sistema linfático se sature, provocando esta inflamación .En algunas personas puede aparecer durante los días, semanas u meses siguientes  a la cirugía o la radiación  e incluso años posteriores al tratamiento. (Y digo algunas personas porque no todas desencadenarán un linfedema). Al principio esta inflamación  puede ser leve, con algunas molestias o sensación de hormigueo en la zona afectada, y luego, con el tiempo, la inflamación puede hacerse más evidente. Si el linfedema avanza, la inflamación, la sensación de molestia, pesadez o entumecimiento en la extremidad (u otra zona) pueden aumentar.

Hay un porcentaje de afectados en los que la inflamación aparece de forma repentina, sin indicios de advertencia, de ahí la importancia de realizar de por vida unos ejercicios adecuados y mantener unos cuidados y medias preventivas para evitarlo, puesto  que no sabemos decir con exactitud cuándo aparecerá el linfedema, pero si sabemos que puede provocar su aparición). De ahí la importancia de aprender más al respecto, ya que al conocer tus factores de riesgo, puedes  tomar las  medidas para evitar que aparezca o reducirlo, ya que si no se lo trata, el linfedema puede empeorar y provocar inflamación grave y cambios permanentes en los tejidos que se encuentran debajo de la piel, como engrosamiento y cicatrización.

Ya en esta breve introducción han aparecido algunos de los síntomas que nos indicarían que algo no va bien, variando según la zona afectada , pero en general el linfedema aparece como una:

  • hinchazón
  • Sensación de pesadez en la zona
  • Debilidad o disminución de la flexibilidad , dificultad para mover el área que abarca.
  • Los anillos, los relojes o la ropa se sienten muy ajustados.
  • Molestas, tensión, dolor.
  • Tensión, brillo, calor o enrojecimiento en la piel.
  • Piel que no se hunde en absoluto cuando se le aplica presión o piel endurecida.
  • Engrosamiento de la piel.
  • Apariencia de piel de naranja (hinchazón con pequeños hoyuelos).
  • Pequeñas verrugas o ampollas que supuran un líquido transparente.
  • Formación de cicatrices (fibrosis) en la piel
  • Disminución de la visión debido a la hinchazón de los párpados.
  • Dificultad para tragar, hablar o respirar.
  • Babeo o pérdida de comida de la boca mientras come.
  • Congestión nasal o dolor duradero en el oído medio, si la hinchazón es grave.

Conociendo estos síntomas y los factores de riesgo podemos evitar en muchos de los casos que aparezca el linfedema o evitar que se agrave  (pautas preventivas y  de mantenimiento) que ayudaran a evitar que pase a un siguiente estadio.

 

Factores de riesgo del linfedema

Algunos factores de riesgo de linfedema se controlan y otros no, pero conocerlos contribuye a medir tu nivel de riesgo.

  • Tener mayor cantidad de ganglios linfáticos extirpados:
    Cuanto mayor sea la cantidad de ganglios linfáticos extirpados, mayor también es el riesgo de complicaciones posoperatorias, como infecciones y seromas.
  • Someterse a varias cirugías o a una cirugía más extensa:se cree que cuantos más procedimientos quirúrgicos se practiquen, mayor es la posibilidad de alterar el sistema linfático y mayor es el riesgo de linfedema. Pero cuando hay una respuesta inflamatoria, como ocurre después de una cirugía, existe el riesgo de carga de líquido que conduce a linfedema.
  • Terapia de radiación:Cuanto más amplia sea la zona que se debe tratar con radiación, mayor será el riesgo. La radiación directa en  zonas donde se agrupan los ganglios linfáticos, tiende a asociarse al riesgo más alto.
  • Quimioterapia: Todavía no se ha determinado mediante la investigación si la quimioterapia aumenta el riesgo de linfedema. Sin embargo, se sabe que la quimioterapia indirectamente a veces conduce a través de la medicación que reciben ,a los cambios hormonales, como la menopausia temporal o permanente (cese de la menstruación) o la fatiga que dificulta continuar con las actividades, hacen que se produzca un aumento de peso,  lo cual si es un factor de riesgo.
  • Sobrepeso u obesidad:las personas obesas o con sobrepeso tienen más probabilidades de padecer linfedema después del tratamiento del cáncer. El sobrepeso se define como un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 29,9, y la obesidad como un IMC de 30 o más. Cuando el cuerpo tiene más grasa, el tejido adiposo necesita más vasos sanguíneos para obtener oxígeno y nutrientes. Como resultado, las zonas del cuerpo con más grasa también tienen más líquido que se debe eliminar. Si el sistema linfático no puede manejar la cantidad de líquido proveniente de los brazos o la parte superior del cuerpo, se puede producir linfedema.
  • Una infección o lesión como un corte, pinchazo, picadura, grieta, quemadura, que afecte la zona del cuerpo del mismo lado en el que se realizó la cirugía puede conducir a la inflamación de los tejidos del cuerpo, lo que a su vez hace que el sistema linfático tenga que trabajar más (Es decir cualquier cosa que permita el ingreso de bacterias al cuerpo). Cuando se inflama una zona del cuerpo, aumenta la circulación de sangre y la carga de líquido.
  • Realizar sobresfuerzos físicos**(Aclararemos más detenidamente lo que se consideran sobresfuerzos ya que se recomienda realizar una actividad física diaria  sin llegar al sobreesfuerzo).En este apartado coloco doble asterisco dado la importancia de hablarlo individualmente con la persona ya que hay otros factores a tener en cuenta que variaran dependiendo de la persona.

 

En general, el linfedema avanza a través de una serie de estadios. Es por eso que es importante obtener ayuda de inmediato, incluso si los primeros síntomas no parecen graves o aparecen y desaparecen. Un episodio de entumecimiento, hormigueo o inflamación casi siempre conduce a más problemas. Si no actúas ante los primeros síntomas, la acumulación de linfa puede provocar un daño permanente a los tejidos que se encuentran debajo de la piel. (No me voy a entretener explicando los estadios, pero si estas interesado en una mayor información puedes mandarme un email).

Cuando tienes linfedema leve, corres mayor riesgo de padecer linfedema moderado o grave que otra persona que nunca tuvo ningún síntoma. El riesgo persiste incluso si los síntomas desaparecen con el tratamiento. Habrá que analizar, cada caso individualmente, realizando unos protocolos de tratamiento según patología e intervención.

Tu meta es reducir el riesgo de linfedema hasta el punto que puedas, incluso si no puedes eliminar todo el riesgo.

 

Un médico puede identificar el linfedema examinando el área afectada, te dará el diagnostico  tras hacerte una medición de la parte afectada del cuerpo con una cinta métrica, si la medición es más de 2cm indicara que existe linfedema. A veces se puede completar con una linfogammagrafía, lo que nos ayuda para hacer un diagnostico diferencial (reacción alérgica ,TVP, síndrome postrombótico, artritis, quiste de Baker o recidiva tumoral lipofibromatosis ,enfermedades sistémicas, como insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia renal o hepática, hipoproteinemia, hipotiroidismo o edemas provocados por medicamentos,  insuficiencia venosa o flebedema y el lipedema.

Si has leído y crees que tienes motivos para desarrollar un linfedema o ya lo tienes ,puedes hablar sobre tu situación con un médico, o un fisioterapeuta especializado en DLM por algún método reconocido oficialmente, para que puedan ayudarte personalmente u derivarte  a las Unidades de Linfedema de tu centro de Salud / Hospital , incluso como ya anteriormente en otros artículos he mencionado existen Asociaciones especializadas en Oncología con personal cualificado que pueden ofrecerte toda la información necesaria para tu enfermedad.

En breve hablare del los ejercicios, medidas , pautas de prevención y tratamiento general del linfedema secundario tras un cáncer.

Laura Aitami Gil Santana

Fisioterapeuta Oncológica y experta en DLM