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Hablemos del linfedema…tras el cancer!

Hablemos del linfedema…tras el cancer!

En este artículo hablare del linfedema, realizaré una introducción  teórica del porque se produce el linfedema, que puede causarlo, sus síntomas  y pruebas que ayudan en su diagnóstico.

El linfedema es la acumulación anormal de líquido en el tejido blando debido a un daño  o bloqueo en el sistema linfático. Dada mi experiencia profesional como fisioterapeuta experta en drenaje linfático manual método Vodder voy a centrarme en el linfedema como complicación secundaria  tras un  cáncer.

Puede deberse a un posible efecto secundario de la cirugía u terapia de radiación en pacientes con cáncer  ya que pueden extirpar o dañar las importantes vías del sistema linfático: los vasos y ganglios linfáticos. Los tejidos del cuerpo que dependían de esas vías para enviar linfa corren riesgo de que haya una sobrecarga de líquido que conduzca a un linfedema. Pueden ser los tejidos de cualquier parte del cuerpo del lado tratado, como la mano, antebrazo, brazo, la axila, pecho , tórax , parte superior de la espalda (por encima de la caja torácica), incluso a veces puede acumularse a nivel abdominal del lado afectado provocando un evidente abultamiento asimétrico del abdomen. Este acumulo de linfa hacer que el sistema linfático se sature, provocando esta inflamación .En algunas personas puede aparecer durante los días, semanas u meses siguientes  a la cirugía o la radiación  e incluso años posteriores al tratamiento. (Y digo algunas personas porque no todas desencadenarán un linfedema). Al principio esta inflamación  puede ser leve, con algunas molestias o sensación de hormigueo en la zona afectada, y luego, con el tiempo, la inflamación puede hacerse más evidente. Si el linfedema avanza, la inflamación, la sensación de molestia, pesadez o entumecimiento en la extremidad (u otra zona) pueden aumentar.

Hay un porcentaje de afectados en los que la inflamación aparece de forma repentina, sin indicios de advertencia, de ahí la importancia de realizar de por vida unos ejercicios adecuados y mantener unos cuidados y medias preventivas para evitarlo, puesto  que no sabemos decir con exactitud cuándo aparecerá el linfedema, pero si sabemos que puede provocar su aparición). De ahí la importancia de aprender más al respecto, ya que al conocer tus factores de riesgo, puedes  tomar las  medidas para evitar que aparezca o reducirlo, ya que si no se lo trata, el linfedema puede empeorar y provocar inflamación grave y cambios permanentes en los tejidos que se encuentran debajo de la piel, como engrosamiento y cicatrización.

Ya en esta breve introducción han aparecido algunos de los síntomas que nos indicarían que algo no va bien, variando según la zona afectada , pero en general el linfedema aparece como una:

  • hinchazón
  • Sensación de pesadez en la zona
  • Debilidad o disminución de la flexibilidad , dificultad para mover el área que abarca.
  • Los anillos, los relojes o la ropa se sienten muy ajustados.
  • Molestas, tensión, dolor.
  • Tensión, brillo, calor o enrojecimiento en la piel.
  • Piel que no se hunde en absoluto cuando se le aplica presión o piel endurecida.
  • Engrosamiento de la piel.
  • Apariencia de piel de naranja (hinchazón con pequeños hoyuelos).
  • Pequeñas verrugas o ampollas que supuran un líquido transparente.
  • Formación de cicatrices (fibrosis) en la piel
  • Disminución de la visión debido a la hinchazón de los párpados.
  • Dificultad para tragar, hablar o respirar.
  • Babeo o pérdida de comida de la boca mientras come.
  • Congestión nasal o dolor duradero en el oído medio, si la hinchazón es grave.

Conociendo estos síntomas y los factores de riesgo podemos evitar en muchos de los casos que aparezca el linfedema o evitar que se agrave  (pautas preventivas y  de mantenimiento) que ayudaran a evitar que pase a un siguiente estadio.

 

Factores de riesgo del linfedema

Algunos factores de riesgo de linfedema se controlan y otros no, pero conocerlos contribuye a medir tu nivel de riesgo.

  • Tener mayor cantidad de ganglios linfáticos extirpados:
    Cuanto mayor sea la cantidad de ganglios linfáticos extirpados, mayor también es el riesgo de complicaciones posoperatorias, como infecciones y seromas.
  • Someterse a varias cirugías o a una cirugía más extensa:se cree que cuantos más procedimientos quirúrgicos se practiquen, mayor es la posibilidad de alterar el sistema linfático y mayor es el riesgo de linfedema. Pero cuando hay una respuesta inflamatoria, como ocurre después de una cirugía, existe el riesgo de carga de líquido que conduce a linfedema.
  • Terapia de radiación:Cuanto más amplia sea la zona que se debe tratar con radiación, mayor será el riesgo. La radiación directa en  zonas donde se agrupan los ganglios linfáticos, tiende a asociarse al riesgo más alto.
  • Quimioterapia: Todavía no se ha determinado mediante la investigación si la quimioterapia aumenta el riesgo de linfedema. Sin embargo, se sabe que la quimioterapia indirectamente a veces conduce a través de la medicación que reciben ,a los cambios hormonales, como la menopausia temporal o permanente (cese de la menstruación) o la fatiga que dificulta continuar con las actividades, hacen que se produzca un aumento de peso,  lo cual si es un factor de riesgo.
  • Sobrepeso u obesidad:las personas obesas o con sobrepeso tienen más probabilidades de padecer linfedema después del tratamiento del cáncer. El sobrepeso se define como un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 29,9, y la obesidad como un IMC de 30 o más. Cuando el cuerpo tiene más grasa, el tejido adiposo necesita más vasos sanguíneos para obtener oxígeno y nutrientes. Como resultado, las zonas del cuerpo con más grasa también tienen más líquido que se debe eliminar. Si el sistema linfático no puede manejar la cantidad de líquido proveniente de los brazos o la parte superior del cuerpo, se puede producir linfedema.
  • Una infección o lesión como un corte, pinchazo, picadura, grieta, quemadura, que afecte la zona del cuerpo del mismo lado en el que se realizó la cirugía puede conducir a la inflamación de los tejidos del cuerpo, lo que a su vez hace que el sistema linfático tenga que trabajar más (Es decir cualquier cosa que permita el ingreso de bacterias al cuerpo). Cuando se inflama una zona del cuerpo, aumenta la circulación de sangre y la carga de líquido.
  • Realizar sobresfuerzos físicos**(Aclararemos más detenidamente lo que se consideran sobresfuerzos ya que se recomienda realizar una actividad física diaria  sin llegar al sobreesfuerzo).En este apartado coloco doble asterisco dado la importancia de hablarlo individualmente con la persona ya que hay otros factores a tener en cuenta que variaran dependiendo de la persona.

 

En general, el linfedema avanza a través de una serie de estadios. Es por eso que es importante obtener ayuda de inmediato, incluso si los primeros síntomas no parecen graves o aparecen y desaparecen. Un episodio de entumecimiento, hormigueo o inflamación casi siempre conduce a más problemas. Si no actúas ante los primeros síntomas, la acumulación de linfa puede provocar un daño permanente a los tejidos que se encuentran debajo de la piel. (No me voy a entretener explicando los estadios, pero si estas interesado en una mayor información puedes mandarme un email).

Cuando tienes linfedema leve, corres mayor riesgo de padecer linfedema moderado o grave que otra persona que nunca tuvo ningún síntoma. El riesgo persiste incluso si los síntomas desaparecen con el tratamiento. Habrá que analizar, cada caso individualmente, realizando unos protocolos de tratamiento según patología e intervención.

Tu meta es reducir el riesgo de linfedema hasta el punto que puedas, incluso si no puedes eliminar todo el riesgo.

 

Un médico puede identificar el linfedema examinando el área afectada, te dará el diagnostico  tras hacerte una medición de la parte afectada del cuerpo con una cinta métrica, si la medición es más de 2cm indicara que existe linfedema. A veces se puede completar con una linfogammagrafía, lo que nos ayuda para hacer un diagnostico diferencial (reacción alérgica ,TVP, síndrome postrombótico, artritis, quiste de Baker o recidiva tumoral lipofibromatosis ,enfermedades sistémicas, como insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia renal o hepática, hipoproteinemia, hipotiroidismo o edemas provocados por medicamentos,  insuficiencia venosa o flebedema y el lipedema.

Si has leído y crees que tienes motivos para desarrollar un linfedema o ya lo tienes ,puedes hablar sobre tu situación con un médico, o un fisioterapeuta especializado en DLM por algún método reconocido oficialmente, para que puedan ayudarte personalmente u derivarte  a las Unidades de Linfedema de tu centro de Salud / Hospital , incluso como ya anteriormente en otros artículos he mencionado existen Asociaciones especializadas en Oncología con personal cualificado que pueden ofrecerte toda la información necesaria para tu enfermedad.

En breve hablare del los ejercicios, medidas , pautas de prevención y tratamiento general del linfedema secundario tras un cáncer.

Laura Aitami Gil Santana

Fisioterapeuta Oncológica y experta en DLM

 

aythami

Un comentario en «Hablemos del linfedema…tras el cancer!»

NathaliePublicada el  7:58 pm - May 4, 2017

Hola Aythami qué tal estás? Estupenda idea la de este blog. Estoy empeorando del linfedema y Raquel me ha recomendado ponerme la manga. Así que ya me tienes como fiel seguidora de tu blog. Un besote

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